TOMADO DEL DIARIO EL HERALDO DE BARRANQUILLA COLOMBIA
BOCA DEL RíO MISISIPI.
La enorme ola de petróleo creada por un derrame en el Golfo de México se aproximaba a las zonas pantanosas de Luisiana ayer, mientras que las tormentas amenazaban con impedir los esfuerzos de protección al ecosistema.
La Casa Blanca, por su parte, puso un alto a todos los proyectos petroleros mar adentro hasta conocer las causas del desastre de la plataforma que causó el derrame.
En Washington, el presidente Barack Obama intentó llevar un poco de tranquilidad a los habitantes de la costa del golfo, señalando que el gobierno está “plenamente preparado” para cumplir con sus responsabilidades.
Tras señalar que la petrolera BP es responsable de la crisis, Obama dijo que ordenó al secretario de Interior, Ken Salazar, que le presente un informe en 30 días sobre las salvaguardas necesarias para evitar futuros derrames.
Cuadrillas en botes vigilaban los pantanos la mañana de ayer en busca de zonas donde había llegado la mancha de petróleo, informó la Guardia Costera.
El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que el domingo habría viento, marea alta y olas que podrían internar el petróleo aún más en las ensenadas, estanques y lagos del sureste de Luisiana. Las olas de unos dos metros llevaban el agua varios centímetros por encima de lo normal hacia la costa agitada por varias tormentas.
El presidente Barack Obama dijo que la explotación de petróleo es crucial para la estrategia energética de EU, pero consideró que su manejo siempre debe ser responsable, en momentos en que un derrame de crudo amenaza el Golfo de México. “Tanto la vida de las personas como el ecosistema de la región están en juego”, advirtió Obama. AP- AFP
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